Las 4 fases del método
El método Dukan no deja nada al azar. Se organiza en 4 etapas:
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Fase de ataque (PP). El método busca la motivación con una pérdida de peso significativa y rápida. Por lo tanto, es una fase breve e intensa –de 3 a 5 días según los kilos a perder- y sus resultados sin inmediatos. Adelgazarás de 1 a 5 kilos, según los que te sobran. Tu dieta: alimentos ricos en proteínas comidos a voluntad, dentro de los 72 mencionados, litro y medio de agua al día como mínimo y una cuchara y media de salvado de avena.
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Fase de crucero (PV). Se alarga hasta conseguir el peso deseado y consiste en alternar días en los que comerás sólo alimentos proteicos autorizados y salvado de avena, como lo hiciste en la fase PP, con jornadas de proteínas y algunos de los 28 vegetales mencionados.
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Fase de consolidación. Se trata de volver a la normalidad sin engordar. Para consolidar la pérdida de kilos, los alimentos prohibidos vuelven al plato de forma progresiva. Poco a poco, irás sumando alimentos ricos en hidratos de carbono y grasa a la dieta PV y tendrás dos “comidas de gala” a la semana. Esta fase debe durar 10 días por cada kilo perdido.
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Fase de estabilización. Se basa en cumplir con 3 obligaciones: a diario tomar 3 cucharadas de salvado de avena, un día a la semana comer sólo alimentación proteíca (PP), y no volver a usar el ascensor. Si sigues con esta disciplina el resto de tu vida, el método Dukan asegura que mantendrás tu peso.
Ventajas: el sistema es preciso, claro y muy bien explicado en el libro “No consigo adelgazar” donde también encontrarás recetas; el arranque de la pérdida de peso es inmediato lo que resulta estimulante; no pasarás hambre porque los alimentos proteicos son los más saciantes; es fácil de seguir ya que no se ajusta a un menú predeterminado y no te impedirá acudir a un restaurante o un bar de tapas.
Inconvenientes: al ser una dieta disociada, se debe de seguir a rajatabla, de otra manera, no funcionará; la toma masiva de proteínas puede provocar algo de fatiga, sobre todo al principio de la dieta, estreñimiento y sensación de boca seca; pueden aparecer carencias de vitaminas y minerales por lo que conviene tomar suplementos; como cualquier dieta, puede originar cierto hartazgo si se prolonga en el tiempo; si te acostumbras a ingerir grandes cantidades de alimento “porque no engordan”, puedes tener sorpresas al volver a la normalidad.
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Fase de ataque (PP). El método busca la motivación con una pérdida de peso significativa y rápida. Por lo tanto, es una fase breve e intensa –de 3 a 5 días según los kilos a perder- y sus resultados sin inmediatos. Adelgazarás de 1 a 5 kilos, según los que te sobran. Tu dieta: alimentos ricos en proteínas comidos a voluntad, dentro de los 72 mencionados, litro y medio de agua al día como mínimo y una cuchara y media de salvado de avena.
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Fase de crucero (PV). Se alarga hasta conseguir el peso deseado y consiste en alternar días en los que comerás sólo alimentos proteicos autorizados y salvado de avena, como lo hiciste en la fase PP, con jornadas de proteínas y algunos de los 28 vegetales mencionados.
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Fase de consolidación. Se trata de volver a la normalidad sin engordar. Para consolidar la pérdida de kilos, los alimentos prohibidos vuelven al plato de forma progresiva. Poco a poco, irás sumando alimentos ricos en hidratos de carbono y grasa a la dieta PV y tendrás dos “comidas de gala” a la semana. Esta fase debe durar 10 días por cada kilo perdido.
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Fase de estabilización. Se basa en cumplir con 3 obligaciones: a diario tomar 3 cucharadas de salvado de avena, un día a la semana comer sólo alimentación proteíca (PP), y no volver a usar el ascensor. Si sigues con esta disciplina el resto de tu vida, el método Dukan asegura que mantendrás tu peso.
Ventajas: el sistema es preciso, claro y muy bien explicado en el libro “No consigo adelgazar” donde también encontrarás recetas; el arranque de la pérdida de peso es inmediato lo que resulta estimulante; no pasarás hambre porque los alimentos proteicos son los más saciantes; es fácil de seguir ya que no se ajusta a un menú predeterminado y no te impedirá acudir a un restaurante o un bar de tapas.
Inconvenientes: al ser una dieta disociada, se debe de seguir a rajatabla, de otra manera, no funcionará; la toma masiva de proteínas puede provocar algo de fatiga, sobre todo al principio de la dieta, estreñimiento y sensación de boca seca; pueden aparecer carencias de vitaminas y minerales por lo que conviene tomar suplementos; como cualquier dieta, puede originar cierto hartazgo si se prolonga en el tiempo; si te acostumbras a ingerir grandes cantidades de alimento “porque no engordan”, puedes tener sorpresas al volver a la normalidad.
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