La avena es uno de los ingredientes más utilizados en la cosmetología, gracias a sus propiedades desinflamatorias y astringentes, es el ingrediente principal de jabones, mascarillas y polvos cosméticos.
La avena es muy rica en sales minerales y fósforo; por eso es el más indicado para las personas débiles o que sufren carencias de calcio. Este cereal, muy rico en fibras, actúa como acelerador de las funciones de las glándulas tiroides, estimulando así el metabolismo.
También es muy beneficiosa para la piel. Por eso las máscaras faciales a base de avena han demostrado virtudes hidratantes y rejuvenecedoras.
Como prepararla:
Si quieres ver tu rostro más luminoso, sólo tienes que mezclar una clara o una yema de huevo, 1 taza de jugo de limón colado y unas cucharadas de avena arrollada molida o harina de avena.
Una vez hecha la mezcla, unta con ella tu rostro y cuello, que antes deben estar bien limpios. Cuando la pasta se haya secado totalmente, enjuaga con agua tibia, luego date un segundo enjuague con agua tibia y finaliza con agua fría, que contrae los poros.
Esta receta para hacer una mascarilla de avena ayudará a que toda la luminosidad vuelva a tu piel, la sentirás tersa, hidratada y lo más importante rejuvenecida
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